el Declive del carbón en Estados Unidos
Washington, D.C. – A pesar del eco de un posible resurgimiento del carbón bajo la administración Trump, la realidad nos muestra otra cara de la moneda. Es cierto, algunas plantas han logrado arañar pequeñas extensiones en sus fechas de cierre, pero esto no es más que un espejismo en el desierto, un pequeño respiro que no altera el rumbo del declive a largo plazo de la industria carbonífera en Estados Unidos.
Octubre 2023 vs. Hoy: Un Panorama Actualizado
En octubre, el panorama pintaba con cinco de las diez centrales de carbón más grandes del país marcadas en rojo con fechas de cierre inminentes. Hoy, actualizamos el tablero, desgranando el panorama general de las centrales de carbón en Estados Unidos.
Ejemplos Concretos
la clave está en los detalles: La planta Gibson en Indiana, la segunda más grande de la nación, ha logrado estirar su vida útil hasta 2038, despidiéndose de su fecha inicial de 2035, según anunció Duke Energy. Y no es la única, la planta Bowen en Georgia, la gigante del grupo, podría seguir quemando carbón más allá de 2035, gracias a un aumento en la demanda eléctrica, tal como confirmó el CEO de Southern Company, Chris Womack. Mientras tanto, la venta de la planta Gavin en Ohio sigue su curso, sin una fecha clara en el horizonte para su cierre o un cambio de combustible.
Tendencias Generales: La Radiografía del Sector
El carbón ha ido perdiendo fuelle en la generación de electricidad en Estados Unidos, cayendo en picada desde un 50% en 2014 hasta un modesto 16% en 2023.La capacidad instalada ha sufrido una reducción considerable, pasando de unos 300,000 megavatios en 2014 a 176,000 en octubre de 2023. Para darle más contexto, el factor de capacidad promedio de las plantas de carbón en 2023 fue de apenas un 42%, comparado con un 61% en 2014. Y por si fuera poco, un estudio de Energy Innovation (2023) revela que el 99% de las plantas de carbón estadounidenses tienen costos operativos que superan a las alternativas de viento, solar y baterías. 📉
Impacto Potencial de la Administración Trump: ¿Un Salvavidas o una Ilusión?
Es cierto,una administración Trump podría relajar las regulaciones ambientales,lo que podría traducirse en una reducción de los costos operativos de las plantas de carbón y tal vez hasta en una revisión de los subsidios a las energías renovables. Sin embargo, la cruda realidad es que no hay proyectos en marcha para la construcción de nuevas plantas de carbón. Esta falta de interés por el «carbón nuevo» deja claro que un resurgimiento significativo es, cuanto menos, improbable. La inversión multimillonaria necesaria para levantar una planta de carbón desde cero es un muro demasiado alto para escalar.
Conclusión
Las extensiones en las fechas de cierre de algunas plantas de carbón son un salvavidas temporal, una pausa en la despedida, pero no una señal de un cambio de rumbo. El declive del carbón en Estados Unidos sigue su curso, impulsado por la fuerza imparable de las fuentes de energía alternativas que son más económicas y eficientes.
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